Cuando me dijeron que teníamos que hacer un trabajo sobre el éxodo, me puse a buscar y a pensar mil maneras y formas de representar cualquier tipo de éxodo, que a la vez dura una fotografía que funcionase estéticamente. Después de mucho divagar y de muchos intentos fallidos, se me ocurrió ir a hablar con mi bisabuela, la cual estuvo en América por muchos años trabajando. Ella me contó toda su historia y justo ahí se me ocurrió una escena, de un hombre cogiendo un barco a punto de zarpar para América. Y simplemente, un día lluvioso, utilicé a mi padre como modelo y la llevé a cabo. E aquí el resultado, espero que os guste.